jueves, 20 de agosto de 2015

PINTORES PERUANOS DE LA HISTORIA Y MINDOMO

 ORGANIZADOR VISUAL DE LOS MEJORES PINTORES PERUANOS DE LA HISTORIA

CON MINDOMO
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Tradicionalmente se les llama 'pintores' a los artistas que practican el arte de crear cuadros, frescos y en general, decorar superficies de forma innovadora y artística. A partir del siglo XIX, con las nuevas técnicas fotográficas que permitieron retratos inmediatos y mucho más fieles, los pintores 'de profesión' se convirtieron en fotógrafos, o se reciclaron como ilustradores gráficos, bocetistas o caricaturistas, mientras que los pintores 'artistas' se empezaron a basar en su inspiración personal y no en la comisión de un cliente. Este ranking se basa precisamente en los artistas, para los cuales Perú ha dado lugar a importantes nombres a lo largo de su historia. Según tu criterio, ¿cuál es el mejor pintor peruano de todos los tiempos? ¡Anímate y participa!. (En la imagen: Acuarela de Juan Raúl Machaca de Aquino).
La Pintura Colonial
Esta se inicia en 1533 con la llegada de los conquistadores. Según registros el primer cuadro realizado es por Diego de Mora, Capitán de milicias y pintor, español. Se le menciona como el precursor de la pintura europea en el Virreinato del Piru (Perú). Nos dejó un retrato del Inca Atahualpa realizado en Cajamarca, así figura en el Diccionario Benezit y en el diario de doña Inés Muñoz, esposa de Martín de Alcántara, medio hermano del conquistador Francisco Pizarro, allí se lee: “… 1533, Mayo, nuestro amigo el pintor Diego de Mora a terminado un retrato del Inca, no se le parece mucho, Atahuallpa en persona luze más jóven, tiene muy buena estampa a sus 33 años, la misma edad de Christo…”. (sic). La pintura en el virreinato floreció con los pintores italianos llegados a Lima: Bernardo Bitti, en 1575; Mateo Pérez de Alessio, en 1588 y Angelino Medoro, en 1600. Se instalaron grandes Talleres de Enseñanza donde se formaron pintores, posteriormente maestros, como: Lázaro Pardo de Lagos, Gregorio Gamarra, Luis de Riaño y junto con ellos algunos pintores indígenas que aprendieron el arte europeo los que dejaron escuela, la misma que fue desarrollada por artistas criollos, indígenas, negros y mestizos.
 

La Escuela Cusqueña
La prestigiosa Escuela de Pintura Cusqueña o Pintura Colonial Cusqueña, se caracteriza por su originalidad y gran valor artístico. Fue el resultado de la unión de dos culturas, la clásica europea y el anhelo de los pintores indígenas, criollos y mestizos de la Indias de expresar su realidad y su visión en el arte sacro. Es la única en el mundo que estofa con láminas de oro, pintando directamente sobre este metal. Existen maravillosas representaciones de este estilo de arte. Dentro de los pintores que trabajan en la sede del gran Imperio Inca, destacan en la majestuosidad de este arte, entre otros, el Inga Diego Quispe Tito, Basilio Santa Cruz Pumaccacallo y Antonio Sinchi Roca Inga, los que le darían reputación universal.
El aporte del arte español y, en general del europeo, influye en la afamada Escuela Cusqueña desde época muy temprana, cuando se inicia la construcción de la primera Catedral de Cusco que data de 1534, hoy Iglesia del Triunfo aledaña a la Catedral Mayor, cuya construcción se inició el 11 de marzo de 1560, la misma que se consagró el domingo 19 de agosto de 1668. Inicialmente la pintura colonial fue de tema sacro, y realizada por frailes y legos de los diferentes conventos asentados en la ciudad imperial, los que llegaron acompañados de grabados de arte flamenco que sirvieron de fuente de inspiración de muchos artistas. Cabe resaltar que el indígena peruano es ancestralmente artista, eso se ve en todas las manifestaciones llamadas precolombinas.
Con la llegada de la Orden Jesuita al Cusco en 1571 se inicia la construcción de su Iglesia. Ese mismo año la Orden pidió para el Perú los servicios de Bitti por ser “…maravilloso pintor…”. Bernardo Bitti (1548-1610) llegó al Perú el 31 de mayo de 1575 junto con el Procurador Diego de Bracamonte. Entre el año de su arribo y 1585 trabajó en Lima sus primeras obras para la Iglesia de San Pedro entre 1576-1580, lo hace para otras ordenes hasta su viaje al sur del virreinato. Se le encuentra en Cusco en 1585 realizando el retablo principal junto con el H. Pedro de Vargas, trabaja pinturas y un mural para la Capilla de Indios adjunta a la Iglesia de la Compañía en dicha ciudad y perdidos en el terremoto de 1650. Su estancia en la Cusco es la que marca un cambio radical dentro del estilo de la pintura cusqueña. Pasó a Juli ese mismo año, de allí al Alto Perú y a otras ciudades del Virreinato, dejando en cada lugar, lienzos que enriquecen hoy los templos de la Compañía de Jesús. Nuevamente se le encuentra en Cusco entre 1592-1598, realizando pinturas como La Asunción de María en el Convento de la Merced del Cusco; ocho grandes cuadros de los principales Misterios de la vida de Nuestro Salvador Jesucristo y la imagen del Niño Jesús para la Cofradía de los Indios en el Cusco. Relieves en maguey como: Santa Margarita, San Ignacio Obispo de Antioquía, San Gregorio Papa, San Sebastián y Santiago el Mayor, que se encuentran en el Museo Histórico Regional del Cusco y la Virgen del Pajarito en la Catedral de la misma ciudad.


1
Sérvulo Gutiérrez
2
Pancho Fierro
3
Carlos Baca-Flor
4
Fernando de Szyszlo
5
Teodoro Núñez Ureta
6
Jorge Vinatea Reynoso
7
Daniel Hernández Morillo
8
Teófilo Castillo Guas
9
Ignacio Merino Muñoz
10
Alberto Vargas
11
Juan Raúl Machaca de Aquino
12
Boris Vallejo
13
César Moro
14
Armando Villegas
15
Gonzalo Mariátegui











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